¿Qué es la gestión de residuos peligrosos?
La gestión de residuos peligrosos es un proceso complejo que incluye la recogida, el tratamiento, el transporte y la eliminación o el reciclado de residuos que podrían causar daños sustanciales a las personas y al medio ambiente.
Muchos lo consideran un gran problema medioambiental. Los seres humanos generamos billones de kilos de residuos al año, pero ya no hay suficientes espacios para eliminarlos. Los gobiernos están presionando para que se gestionen adecuadamente los residuos, especialmente los que suponen una grave amenaza para la vida.
¿Qué son los residuos peligrosos?
La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) define los residuos peligrosos como aquellos que tienen un efecto peligroso para el ser humano y su entorno. Puede proceder de diversas fuentes y adoptar distintas formas físicas (líquido, sólido o gaseoso).
Es difícil definir una sustancia concreta como peligrosa, por eso la agencia creó un sistema que pudiera ayudarles a identificarla y regularla.
He aquí cuatro tipos de residuos peligrosos en función de sus características fundamentales:
- Ignitabilidad – Este tipo puede provocar un incendio. Algunos ejemplos son la gasolina, el queroseno y los disolventes.
- Corrosividad – Ya sea muy ácido o básico, corroe o corroe las superficies o cualquier cosa con la que entre en contacto. Las baterías de plomo, los desoxidantes y los residuos cáusticos de tanques calientes son algunos ejemplos.
- Reactividad – Inestable incluso en condiciones normales, este tipo puede explotar o desprender gases tóxicos. Los aerosoles presurizados, las pilas de litio-azufre y los concentrados de lejía son reactivos.
- Toxicidad – Tanto si se ingiere como si se absorbe, tiene efectos letales sobre cualquier ser vivo. La madera tratada con pentaclorofenol, la pintura con pigmentos metálicos y los filtros de aceite usados con benceno o plomo son sólo algunos ejemplos.
Aunque la radiactividad también es perjudicial para los seres vivos, no se incluye en la lista anterior principalmente porque otras dos agencias gubernamentales se ocupan de este material. El Departamento de Energía (DOE) y la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) son responsables de su gestión. La EPA cubre el componente “peligroso” de este tipo de residuos.
Otra característica no incluida en la lista anterior es la infecciosidad. También denominados riesgos biológicos, suelen proceder de hospitales y laboratorios y pueden contener microbios nocivos. El Centro de Control de Enfermedades (CDC) es la oficina rectora de este tipo.
Importancia de la gestión de residuos peligrosos
Todo el mundo sabe que los residuos peligrosos son peligrosos. Lo que mucha gente no sabe es que esto puede venir de cualquier parte. Los artículos cotidianos del hogar o la oficina, como las pilas y los productos de limpieza, son, de hecho, peligrosos.
Es de esperar que estos datos reveladores le muevan a seguir las mejores prácticas de gestión de residuos peligrosos:
- No es biodegradable – Muchos residuos no se descomponen fácilmente en el medio ambiente. Los botes de aerosol pueden seguir explotando tras años enterrados en vertederos, los ácidos seguirán corroyendo todo lo que toquen y las bacterias pueden seguir proliferando en agujas y jeringuillas desechadas.
- Contamina el suelo, el agua y el aire – Los residuos letales semisólidos y líquidos pueden filtrarse en las tierras de cultivo y las aguas subterráneas. Los residuos líquidos y gaseosos pueden explotar y contaminar el aire. Todos los seres vivos corren peligro cuando no existen normas medioambientales.
- Provoca enfermedades – Aparte de una larga lista de problemas de salud, los expertos creen que un porcentaje muy elevado de casos de cáncer está relacionado con la exposición a diversas sustancias químicas. Peor aún, algunas de ellas pueden transmitirse de una persona a otra si no se controlan inmediatamente.
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Normativa de la gestión de residuos peligrosos
Aunque el objetivo es el mismo, cada país, estado o provincia tiene su propia normativa de gestión de residuos peligrosos.
En Estados Unidos, la EPA aplica la legislación relativa al control de residuos y contaminación en general. Sin embargo, otros organismos gestionan residuos específicos, como el Departamento de Defensa y la NRC para los materiales radiactivos y el CDC para los residuos patógenos e infecciosos.
Existen responsabilidades en caso de incumplimiento de las normas establecidas para la gestión de residuos. Además de las multas, los infractores pueden ser objeto de procedimientos civiles y penales.
Proceso de la gestión de residuos peligrosos
La gestión adecuada de los residuos peligrosos consta de varias etapas. Seguir estas directrices y las que las rodean es fundamental para garantizar la salud y la seguridad de las personas implicadas.
Generación
Dado que los residuos tienen su origen en diversas actividades, los generadores son directamente responsables de lo que ocurra con los residuos que han creado. Las siguientes acciones son imperativas:
- Identificación, caracterización y medición de los residuos
- Separación de los tipos peligrosos de los no peligrosos (por ejemplo, basura y desechos)
- Documentación completa de los residuos y las medidas adoptadas
- Notificación a la EPA u otras autoridades
Almacenamiento
Las empresas deben disponer de instalaciones y equipos de almacenamiento adecuados para los residuos que generan, ya que la recogida y el transporte no se realizan de forma inmediata. Estas son las directivas específicas:
- Almacenar en recipientes sellados y compatibles que deben estar cerrados en todo momento, excepto cuando se añadan más residuos.
- Etiquetar con etiquetas adecuadas.
- Separe los residuos incompatibles para evitar reacciones negativas.
- Mantener una ventilación y temperatura adecuadas en el interior de las instalaciones.
Las empresas bien equipadas suelen tener sus propias disposiciones para tratar estos materiales. Pero cuando no es así, el tratamiento se realiza en centros especializados.
Recogida y transporte
Se necesitan vehículos especiales, contenedores adecuados y transportistas certificados porque los residuos suponen numerosas amenazas para las zonas atravesadas. A veces, las necesidades de transporte proceden de los generadores. La mayoría de las veces se contrata a proveedores externos. Sea cual sea el que utilicen las empresas, deben cumplirse estos requisitos de la EPA:
- Número de identificación EPA para vehículos de transporte
- Sistema de manifiestos para el seguimiento de ubicaciones e instalaciones
- Documentos de embarque para transportes por agua y ferrocarril
- Documentos de exención para pequeños generadores de calidad (SGQ) de materiales reciclados o regenerados
- Informes de incidentes por vertidos o derrames accidentales
- Requisitos del Departamento de Transporte (DOT)
Tratamiento
Con ello se pretende erradicar, o al menos minimizar, la nocividad de los residuos generados. Tanto las administraciones públicas como las entidades privadas siguen ideando métodos más viables y rentables. Pero he aquí algunas que se utilizan actualmente:
- Tratamiento físico – El más sencillo y menos costoso de todos los métodos, consiste en utilizar aglutinantes o productos químicos para solidificar los residuos y poder eliminarlos de forma segura en un vertedero o incinerarlos.
- Química: requiere productos químicos adicionales, como peróxido de hidrógeno, para reducir o eliminar la toxicidad de la sustancia. Aunque son caros, los productos químicos pueden utilizarse con una gran variedad de residuos peligrosos.
- Biológico: utiliza microorganismos para descomponer los residuos. Un ejemplo es la biorremediación. Aunque es barato, este método lleva más tiempo y sólo funciona con algunos tipos.
- Térmico – Requiere calor para erradicar la sustancia o su toxicidad. Aunque es eficaz con muchos residuos, también podría liberar contaminantes nocivos en el aire si no se hace correctamente.
- Filtración por membrana – Se trata de la separación posterior de los distintos componentes de una sustancia peligrosa para su correcta eliminación o reciclado. Un ejemplo de ello es la ósmosis inversa.
- Electroquímica – Utiliza corrientes eléctricas para descomponer los residuos, haciéndolos menos o nada tóxicos. La electrocoagulación es un buen ejemplo de este método.
Eliminación
Este último paso no significa simplemente desechar los residuos en un vertedero. Se pueden utilizar varios métodos de eliminación, dependiendo de los residuos peligrosos en sí y del tratamiento al que hayan sido sometidos
- Vertido – El método más común de eliminación, consiste en enterrar la sustancia en un lugar adecuado para evitar la contaminación de su entorno.
- Incineración – Consiste en quemar de forma controlada los residuos, convertirlos en no tóxicos o reducir su volumen, y capturar las cenizas posiblemente peligrosas que se generan.
- Reciclaje – La salud humana, el medio ambiente y la conservación de los recursos van de la mano con este método. Sin embargo, el reciclaje conlleva numerosos riesgos, ya que los materiales reciclados podrían seguir siendo tóxicos.
Preguntas frecuentes sobre la gestión de residuos peligrosos
Sin que muchos lo sepan, las pequeñas empresas generan este tipo de residuos. Los disolventes, las pinturas, los aceites usados, los productos de limpieza, las bombillas fluorescentes y los aparatos electrónicos (teléfonos móviles y ordenadores) tienen propiedades tóxicas y deben eliminarse correctamente.
Sí. Los residuos peligrosos pueden causar muchos daños a quienes los manipulan y al entorno. Los permisos garantizan que todas las personas implicadas hayan recibido formación y certificación.
Sí. La EPA cobra tasas a los generadores para garantizar la realización de actividades reguladoras como inspecciones y controles. Cada país o Estado tiene sus tarifas al respecto.
No, a menos que la empresa se dedique a almacenar, transportar o tratar residuos peligrosos. La EPA ofrece una guía para pequeñas empresas sobre la gestión adecuada de residuos peligrosos.