Una guía completa para el cambio organizacional

Aprenda todo sobre el cambio organizacional, qué lo desencadena, los tipos de cambio organizativo, el papel del directivo y cómo facilitar un cambio organizativo más fluido.

¿Qué es el cambio organizativo?

El cambio organizativo se refiere a cualquier tipo de cambio que tenga un impacto importante en una organización. Puede tratarse de un cambio cultural o de equipos, procesos, objetivos o personal. Se trata de una categoría amplia que puede abarcar muchos tipos de cambio que pueden tener repercusiones significativas en una organización.

Se trata de un proceso por el que casi todas las organizaciones pasan de vez en cuando. Si el equipo está adoptando un nuevo software para agilizar la productividad, incorporando nuevos miembros, ajustando sus objetivos o incluso experimentando un enorme cambio cultural, todos estos son tipos de cambio organizativo. Y puesto que este puede ser un momento confuso y agitado para cualquier organización, es crucial aplicar las medidas adecuadas de gestión del cambio para reducir la posibilidad de problemas y otros baches en el camino.

Pero antes de gestionar el cambio organizativo, es importante entender bien qué es, qué puede desencadenar el cambio organizativo y los distintos tipos de cambio a los que pueden enfrentarse las organizaciones.

¿Qué lo hace necesario?

Muchas cosas pueden desencadenar un cambio organizacional y hacer necesaria su adopción. La mayoría de las veces, los directivos y líderes no ven venir el cambio organizativo, por lo que es importante comprender algunos de los factores que lo desencadenan.

Dicho esto, es imposible enumerar todas las causas potenciales del cambio organizacional. Al tratarse de un término muy amplio, son muchos los factores que pueden desencadenarla o afectarla. Algunas de las cosas más comunes que pueden forzar un cambio organizacional pueden ser:

  • Cambios completos en la estructura de una organización
  • Nuevos propietarios o directivos
  • Adopción de nuevas tecnologías
  • Revisar determinados procesos empresariales
  • Utilización de nuevos modelos empresariales y prácticas de gestión (por ejemplo, gestión de la calidad total )

Tipos

Hay muchos tipos de cambio organizacional, ya que se trata de un término muy amplio. Comprender los tipos de cambio organizativo facilita la determinación del cambio al que se enfrenta la empresa y los mejores enfoques para gestionar y facilitar los cambios. Algunos de los tipos más comunes de cambio organizacional son:

Centrado en las personas

Como su nombre indica, se trata de cambios que tienen un fuerte efecto en las personas y el personal de la empresa. Por ejemplo, esto podría significar ajustar las políticas de permisos, lo que significa que los trabajadores tendrán que cambiar cómo solicitan los permisos y qué tipos de permisos pueden solicitar. Por otro lado, esto también podría significar la incorporación de nuevas personas que podrían tener un gran impacto en el equipo.

Es importante comprender que la mayoría de los empleados se resistirán de forma natural a los cambios organizacionales centrados en las personas. Esto puede suponer un reto para los directivos y es la razón por la que la transparencia, la comunicación clara y la empatía son cruciales a la hora de dirigir a un equipo a través de este tipo de cambio.

Estratégico

Se trata de cambios que afectan a la estrategia global de una organización. La mayoría de las veces, las organizaciones necesitan ajustar sus estrategias para obtener una ventaja competitiva, mejorar la eficiencia, responder a las oportunidades y amenazas o facilitar la consecución de sus objetivos empresariales.

Esto podría significar actualizar la visión y la misión de la empresa, reestructurarla o desarrollar nuevas competencias y equipos para encargarse de determinadas tareas.

Estructural

Los cambios estructurales en una organización pueden incluir la modificación de la jerarquía, la redistribución de responsabilidades, el cambio de la cadena de mando y cualquier otro cambio importante que pueda afectar a la forma de dirigir una empresa. Normalmente, estos cambios están causados tanto por factores internos como externos.

Tecnología

Para seguir siendo competitivas en el mercado, es importante que las empresas se mantengan al día con la tecnología. No adoptar ciertas innovaciones antes de que sea demasiado tarde puede tener consecuencias drásticas. Y cuando se adopta una nueva tecnología o se cambia la tecnología actual, se trata de un tipo de cambio organizativo.

Por ejemplo, muchas empresas están luchando por cambiar a una estructura digital. Pedir a los empleados que dejen de utilizar papel y, en su lugar, envíen los resultados digitalmente es un cambio organizativo importante y uno de los ejemplos más comunes de este tipo de cambio.

Remedial

Se trata de cambios destinados a resolver problemas concretos. Se trata de cambios reaccionarios que sólo se producen como consecuencia de un asunto o problema identificado.

La mayoría de las veces, estos cambios se adaptan específicamente a un problema de la empresa. Esto dista mucho de ser ideal, ya que los cambios correctivos pueden ser repentinos y difíciles de ejecutar. Sin embargo, para la mayoría de las empresas, se trata de un cambio inevitable que puede producirse de un momento a otro.

No planificado

Los cambios no planificados son el resultado de acontecimientos imprevistos. Un gran ejemplo de ello es cómo la mayoría de las empresas de todo el mundo tuvieron que cambiar su forma de operar debido a la pandemia de COVID-19. Otros cambios imprevistos pueden deberse a catástrofes naturales, cambios sociales, etc.

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El papel del directivo en el cambio organizacional

Los directivos tienen una gran responsabilidad a la hora de aplicar el cambio organizacional. Corresponde al directivo asegurarse de que todo el equipo comprende los cambios que se están produciendo, por qué se están produciendo y cómo pueden afectar a la empresa de cara al futuro. Esto incluye hablar con los empleados, hablar con los superiores y supervisar todo el cambio.

Al implantar un cambio organizacional, surgirán algunos problemas por el camino. Por ejemplo, los empleados tienden a resistirse a los cambios dentro de una organización. Cuando esto ocurre, el trabajo del directivo es conseguir que el equipo se implique y ayudarles a entender por qué son necesarios estos cambios.

Gestionar una organización o un equipo en medio de un cambio es difícil. Para ello se requiere valentía, capacidad de liderazgo y altos niveles de empatía. De este modo, la moral de la empresa se mantendrá alta durante el cambio y habrá menos problemas que dificulten la integración.

Preguntas frecuentes sobre el cambio organizacional

Un ejemplo habitual de cambio organizacional es el paso de los procesos basados en papel a los digitales. Por ejemplo, en lugar de imprimir informes y presentarlos en papel, las organizaciones podrían decidir que los empleados envíen los resultados únicamente a través de medios digitales, como correos electrónicos e informes digitales.

El cambio organizativo consta de tres etapas:

  1. Estado original – la primera etapa del cambio organizativo
  2. Estado de transición – cuando las empresas empiezan a adoptar cambios
  3. Estado deseado: cuando el cambio se ha aplicado con éxito y empiezan a llegar los resultados.

Los principales responsables de aplicar el cambio organizacional son los directivos. Aunque las ideas pueden proceder de otras personas y fuentes, los directivos son los encargados de garantizar que los cambios se apliquen sin problemas y que la organización consiga los resultados deseados.

El cambio organizacional puede ser duro para los empleados. Por lo general, los empleados se resisten a los cambios organizacionales, y puede resultar difícil conseguir que se sumen a ellos. Por eso los directivos asumen un papel muy importante siempre que se producen cambios organizacionales.