Cadena de frío alimentos: De la granja al tenedor

Aprenda cómo funciona la cadena de frío de los alimentos, desde la producción y el almacenamiento hasta el transporte y la distribución.

¿Qué es la cadena de frío en la industria alimentaria?

La cadena de frío de alimentos consiste en mantener una temperatura constante a lo largo de toda la cadena de suministro (producción, almacenamiento, transporte y distribución) para preservar la calidad y seguridad de los alimentos perecederos. Consiste en utilizar sistemas especializados de refrigeración y control de la temperatura, como cámaras frigoríficas, camiones frigoríficos y dispositivos de control de la temperatura, para garantizar que los productos alimenticios se mantienen a la temperatura óptima y evitar así su deterioro, la proliferación de bacterias y las enfermedades transmitidas por los alimentos. La cadena de frío es un componente crucial de la industria alimentaria que ayuda a garantizar la calidad, seguridad e integridad de los productos alimenticios perecederos desde la granja hasta la mesa.

Beneficios

La logística de la cadena de frío puede beneficiar tanto a las empresas como a los consumidores. A continuación se enumeran algunas de las ventajas:

Tranquilidad del productor

Cuando el productor primario vende sus alimentos, espera que los productos se entreguen en buen estado y lleguen a otros productores y estanterías. La decisión de vender productos se basa en la creencia de que otros productores tienen en cuenta sus mejores intereses, lo que se traduce en un producto bueno y eficiente.

La implantación de un sistema de suministro con cadena de frío da a los agricultores y productores primarios la seguridad de que la reputación de su marca se ajustará siempre a las normas de calidad más exigentes.

Longevidad de los alimentos

Un control adecuado de la temperatura en la cadena de frío garantiza que los alimentos se mantengan frescos y seguros durante largos periodos, reduciendo el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Es esencial para productos muy susceptibles de estropearse, como los lácteos, la carne y el marisco.

La cadena de frío preserva la calidad y frescura de los alimentos, minimizando su desperdicio. Con una vida útil más larga, los alimentos tienen más posibilidades de consumirse antes de estropearse, lo que reduce la cantidad de comida que se tira.

Comodidad para el cliente

Con la logística de la cadena de frío, es posible transportar y almacenar con seguridad productos alimenticios perecederos a la temperatura requerida, garantizando que se mantengan frescos y seguros para el consumo. Ahora los clientes pueden acceder a diversos productos alimenticios frescos y de alta calidad con independencia de su ubicación. Permite la entrega de productos perecederos en zonas remotas, lo que permite a los clientes disfrutar de productos frescos que pueden no estar disponibles localmente.

Salud del consumidor

Los alimentos contaminados o en mal estado pueden provocar enfermedades graves, como malestar estomacal. El entorno de temperatura controlada de la cadena de frío ofrece a los consumidores una forma segura de consumir productos de calidad que no perjudiquen su salud.

Además, proporcionar trazabilidad a lo largo de cada etapa del proceso de la cadena de frío permite un mejor seguimiento y control de los productos alimentarios. Ayuda a detectar rápidamente los problemas y a tomar medidas correctoras en caso necesario, reduciendo las posibilidades de que los consumidores consuman alimentos contaminados o en mal estado.

Diferencias entre las cadenas de frío de las industrias alimentaria y farmacéutica

La gestión eficaz de la cadena de frío es primordial en los sectores alimentario y farmacéutico. Estas industrias dependen en gran medida del mantenimiento de entornos precisos de temperatura controlada para proteger sus productos.

Sin embargo, estos dos sectores difieren significativamente en cómo se ejecuta la gestión de la cadena de frío. Con unas cadenas de suministro mundiales cada vez más complejas, se ha hecho imperativo que las empresas de logística controlen con precisión las temperaturas durante el transporte de alimentos y medicamentos.

He aquí algunos factores que diferencian la cadena de frío de la industria alimentaria de la farmacéutica:

Tipo de mercancía

La industria alimentaria depende de la gestión de la cadena de frío para conservar productos perecederos como carne, pescado, marisco, leche, yogur, helados, verduras, frutas, alimentos envasados, chocolate, caramelos, margarina industrial y aceite.

Por otro lado, la industria farmacéutica confía en las cadenas de frío para preservar la integridad de suministros médicos cruciales, como vacunas, productos biológicos, tratamientos oncológicos, variantes específicas de insulina y otros medicamentos vitales.

Eficiencia de costes

En la industria alimentaria, la rentabilidad de la cadena de frío puede reducir los residuos y maximizar los beneficios. Las técnicas adecuadas de gestión de inventarios, como la previsión y el seguimiento precisos de la demanda, ayudan a las empresas a evitar el deterioro y la pérdida de oportunidades de venta.

Mientras tanto, la eficiencia de costes en las cadenas de frío farmacéuticas es crucial. Es posible reducir los costes de almacenamiento y distribución de medicamentos sensibles a la temperatura aplicando medidas de ahorro. Mediante el uso de sistemas avanzados de control y de instalaciones adecuadas de almacenamiento a temperatura controlada, las empresas farmacéuticas pueden evitar el deterioro de los productos y reducir la necesidad de realizar costosas pruebas o sustituciones.

Metodología

La industria alimentaria emplea la congelación como método de conservación para almacenar productos alimenticios durante periodos prolongados. La congelación detiene el crecimiento microbiano al tiempo que ralentiza considerablemente la actividad de las enzimas que se encuentran de forma natural en los alimentos y diversas reacciones químicas.

De ahí que los alimentos congelados se conserven meticulosamente para mantener su sabor, color y valor nutritivo naturales. Por el contrario, los métodos de ensayo de vida útil se emplean en la industria farmacéutica para evaluar la funcionalidad, eficacia y estabilidad de un producto a lo largo del tiempo.

Temperatura

Almacenarlos en zonas frescas con rangos de temperatura cuidadosamente mantenidos puede preservar los productos perecederos. Los congeladores deben mantenerse a 0 grados centígrados o menos, mientras que las empresas farmacéuticas deben almacenar los medicamentos entre 15 y 30 grados centígrados.

Transporte

El transporte de mercancías en el proceso de la cadena de frío difiere entre las industrias alimentaria y farmacéutica. En la industria alimentaria, se requieren equipos especializados para vehículos de la cadena de frío. Por ejemplo, los vehículos deben disponer de sistemas isotérmicos para regular el intercambio de calor entre el interior y el exterior de la furgoneta.

Los equipos refrigerados deben utilizar una fuente de frío no mecánica que se ajuste a la temperatura exterior media para mantener frío su interior. El congelador también debe utilizar un mecanismo de producción de frío para bajar la temperatura dentro de los espacios vacíos.

En cambio, la industria farmacéutica ofrece soluciones de envasado para el transporte de productos sensibles a la temperatura. Entre estas opciones se incluyen las siguientes:

  • Contenedores activos: garantizan el cumplimiento de rangos de temperatura específicos con mecanismos de control de temperatura incorporados.
  • Contenedores híbridos: incorporan tecnología y sistemas avanzados para mantener niveles precisos de temperatura.
  • Contenedores pasivos: están aislados pero carecen de mecanismos activos de control de la temperatura.

Las soluciones de envasado activo en cadena de frío son óptimas para los productos farmacéuticos que requieren un control específico de la temperatura.

Utilización de hielo seco

Mantener un intervalo de temperatura constante es crucial cuando se transportan productos farmacéuticos como vacunas, muestras biológicas y otros suministros médicos. Desde la producción hasta la utilización, es imperativo garantizar la conservación de estos productos a lo largo de todo el proceso.

El hielo seco proporciona una solución de refrigeración fiable e ininterrumpida para los envíos médicos y farmacéuticos en la cadena de frío. Con su impresionante capacidad de refrigeración, se sublima en un gas sin dejar agua ni residuos. Garantiza una temperatura constante del producto a lo largo de toda la cadena de frío, evitando daños en el refrigerante.

Las empresas alimentarias utilizan hielo seco para envasar y transportar productos congelados o refrigerados. Ofrece una solución muy eficaz y fiable para garantizar la calidad y frescura de estos productos a lo largo de toda la cadena de suministro.

Retos comunes de la cadena de frío en la industria alimentaria

Garantizar la calidad y seguridad de los alimentos en la industria alimentaria exige mantener la integridad de la cadena de frío. Sin embargo, este proceso no está exento de dificultades. Comprender y abordar estos obstáculos es crucial para mantener los más altos estándares de la cadena de frío. He aquí algunas de ellas.

  • Fallos del equipo: las unidades de refrigeración, los sensores de temperatura y los registradores de datos pueden fallar, lo que provoca fluctuaciones de temperatura y el posible deterioro de los productos alimenticios.
  • Interrupciones en el control de la temperatura – Cualquier subida o bajada de la temperatura durante el transporte o el almacenamiento puede estropear o dañar los productos alimenticios.
  • Mercancías dañadas – Un mal envasado, el mantenimiento de la temperatura adecuada o una manipulación descuidada de los productos alimentarios pueden provocar pérdidas por roturas y daños.
  • Retrasos logísticos – Los retrasos en el transporte pueden provocar una exposición prolongada a temperaturas desfavorables, con el consiguiente deterioro o daño de los productos alimenticios.
  • Infraestructura inadecuada – Una capacidad de almacenamiento insuficiente o unos sistemas de ventilación inadecuados pueden provocar fluctuaciones de temperatura.
  • Cumplimiento de la normativa – El cumplimiento de los reglamentos y normas relacionados con la seguridad alimentaria y la gestión de la cadena de frío plantea retos particulares a las pequeñas y medianas empresas.
  • Falta de formación – Una formación inadecuada del personal implicado en la cadena de frío puede dar lugar a una manipulación incorrecta de los productos, un control inadecuado de la temperatura y otros problemas de seguridad alimentaria.
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