¿Qué es un Programa de Salud y Seguridad en el Trabajo?
Un programa de salud y seguridad es un plan sistemático que guía a las organizaciones para prevenir accidentes laborales, lesiones y enfermedades profesionales. Implica desarrollar y aplicar políticas y procedimientos que garanticen el bienestar de los empleados, las partes interesadas y los visitantes. Al incorporar medidas de seguridad a los flujos de trabajo diarios, las organizaciones pueden cumplir con éxito la normativa y mantener la excelencia operativa.
Breve historia
Aunque el concepto de protección de los trabajadores existe desde hace siglos, la industrialización ha puesto de manifiesto peligros considerables y constantes en el lugar de trabajo. Las catástrofes ocurridas a principios del siglo XX dieron lugar a la exigencia de una normativa estricta.
También condujeron a la creación de estas oficinas:
- Administración de Salud y Seguridad en el Trabajo (OSHA) en Estados Unidos
- Health and Safety Executive (HSE) del Reino Unido
- Centro Canadiense de Salud y Seguridad en el Trabajo (CCOHS) en Canadá
- Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) de la Unión Europea
- Safe Work Australia
Todos estos organismos reguladores exigen a los empresarios que mantengan un lugar de trabajo libre de peligros. La mejor forma de garantizarlo es planificar y desarrollar un sólido programa de salud y seguridad y aplicarlo como un sistema integral de gestión de la seguridad.
Beneficios
Aparte de que la ley obliga a mantener la salud y la seguridad en el trabajo, tener un programa de salud y seguridad ayuda a las organizaciones a ser más productivas y a tener más éxito económico.
Un entorno de trabajo seguro eleva la moral y la confianza de los empleados, permitiéndoles realizar sus tareas con eficacia. La prevención de accidentes también ahorra costes relacionados con gastos médicos, indemnizaciones, litigios y multas reglamentarias. Y lo que es más importante, tener un sólido historial de seguridad mejora la reputación de la empresa entre posibles empleados, clientes y socios comerciales.
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Componentes clave
Un programa integral de salud y seguridad implica componentes interconectados. Descuidar uno solo puede comprometer la eficacia del plan y poner en peligro toda la iniciativa.
- La implicación de los líderes marca la pauta para dar prioridad a la seguridad en toda la organización. Con un respaldo total y una asignación de recursos adecuada, es más probable que las políticas se apliquen de forma coherente.
- La participación de los trabajadores promueve un sentido de propiedad y responsabilidad. Los empleados comprometidos pueden identificar cuidadosamente, informar sin miedo y mitigar proactivamente los riesgos.
- Seguridad políticas y procedimientos normalizan las prácticas pertinentes de arriba abajo. Con instrucciones bien definidas y claras, cada miembro del equipo puede realizar cualquier tarea con eficacia.
- La formación y la educación continua fomentan la concienciación, influyen en un cambio positivo de comportamiento y mejoran la toma de decisiones.
También proporcionan nueva información sobre prácticas de seguridad emergentes, la última tecnología o las normativas modificadas. - Evaluación continua de rendimiento de la seguridad realiza un seguimiento de la eficacia del programa, ayudando a las organizaciones a perfeccionar, mejorar o cambiar sus sistemas de seguridad.
Cómo llevar a cabo un programa de salud y seguridad en el trabajo
Desarrollar y ejecutar un programa de salud y seguridad es menos complicado cuando el personal o los equipos asignados lo abordan sistemáticamente.
He aquí un plan de acción en 7 pasos que abarca todos los elementos vitales:
Paso 1: Evaluar los problemas de seguridad en el lugar de trabajo.
La identificación de peligros y la evaluación de riesgos son la base de cualquier iniciativa de seguridad en el lugar de trabajo. Determinarlos ayuda a establecer prioridades y a asignar recursos.
- Realiza inspecciones minuciosas de todo el espacio de trabajo.
- Utiliza listas de comprobación al realizar los recorridos para obtener datos precisos.
- Actualiza constantemente las evaluaciones de peligros con los cambios en los procesos y la aparición de nuevos riesgos.
Paso 2: Desarrollar políticas y procedimientos de seguridad.
Las políticas y los procedimientos describen cómo deben realizarse las tareas, desde los protocolos de seguridad específicos del lugar o el trabajo hasta los planes de respuesta ante emergencias. Además de proporcionar orientación y garantizar la coherencia, también establecen normas de transparencia y responsabilidad.
- Redacta las políticas en un texto sencillo y fácil de entender.
Las empresas internacionales deben considerar la posibilidad de traducir el texto a la lengua vernácula local para garantizar su comprensión. - Utiliza diagramas, organigramas e imágenes para complementar las instrucciones normalizadas.
- Haz que estos documentos estén disponibles y sean fácilmente accesibles en una sola plataforma.
Paso 3: Establece canales de comunicación.
El flujo de comunicación desde la cúpula directiva al personal de primera línea y entre departamentos debe ser fluido. Manteniendo estas líneas ininterrumpidas, los empleados pueden difundir con prontitud y precisión información crítica sobre seguridad.
- Utiliza diversos métodos de comunicación, como charlas diarias sobre herramientas, reuniones de seguridad programadas, señales y símbolos de seguridad y plataformas digitales.
- Facilita la comunicación bidireccional mediante nodos digitales centralizados o aplicaciones de reuniones de seguridad, que permitan a los trabajadores aportar sus opiniones.
- Crea un entorno no punitivo para fomentar la notificación de peligros.
Paso 4: Proporcionar formación y educación.
La mejor forma de implicar a los empleados es impartir programas de formación específicos. Cuando los trabajadores comprendan la razón de ser de los procesos de seguridad y su importancia para las operaciones cotidianas, serán más conscientes de sus acciones y podrán responder a cualquier emergencia con eficacia.
- Realiza un análisis exhaustivo por departamento y funciones para identificar las necesidades específicas de formación.
- Contrata a expertos cualificados con una gran capacidad de comunicación.
- Combina varios métodos de entrega (por ejemplo, debate en clase, módulos en línea, demostraciones de retorno de realidad virtual) para atender a los distintos estilos de aprendizaje.
Paso 5: Integrar los controles en los flujos de trabajo pertinentes.
Las medidas de seguridad deben incorporarse a las tareas operativas diarias, en lugar de crearlas a posteriori, sólo en caso de emergencia.
- Prioriza las medidas de control en función de su eficacia. Eliminar o sustituir los peligros debe estar en primer lugar y proporcionar Equipos de Protección Individual (EPI) debe ser el último recurso.
- Celebra breves charlas de seguridad antes de empezar a trabajar para hablar de los temas habituales de la caja de herramientas, incidentes pasados, nuevos procedimientos o controles actualizados.
- Pide opiniones a los delanteros sobre la practicidad y facilidad de uso de los mandos.
Paso 6: Revisa y modifica el programa con regularidad.
Los programas de salud y seguridad pueden mantenerse eficaces y actualizados mediante la supervisión y el análisis del rendimiento de la seguridad. Las empresas que lo hacen pueden adaptarse mejor a los nuevos peligros, tecnologías y normativas.
- Establece Indicadores Clave de Rendimiento (KPI) para medir la eficacia del programa.
- Elabora estrategias y aplica acciones correctivas para abordar las deficiencias o la repetición frecuente de incidentes.
- Contrata a investigadores externos para que realicen auditorías de seguridad, a fin de obtener opiniones imparciales y recomendaciones imparciales.