¿Qué es la protección auditiva?
En pocas palabras, la protección auditiva consiste en proteger los oídos de niveles de ruido peligrosos, evitando así la pérdida permanente de audición. Los expertos médicos creen que la mejor manera de hacerlo es disminuyendo el volumen o alejándose de la fuente. Si esto no es posible, lo mejor es llevar un equipo de protección que reduzca la intensidad del sonido que entra en los oídos.
Importancia de la protección auditiva
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más de 20 millones de personas están exp uestas anualmente a niveles de ruido peligrosos en el lugar de trabajo. Las cifras mundiales son aún más asombrosas, con unos 600 millones de personas en situación de riesgo. Además, el 16 por ciento de las pérdidas auditivas inducidas por el ruido (NIHL) están directamente relacionadas con el ruido ocupacional.
La aplicación de medidas de seguridad auditiva es imprescindible. He aquí por qué:
- La pérdida de audición es irreversible – La exposición prolongada al ruido ocupacional provoca pérdida de audición. Ningún tratamiento médico o procedimiento quirúrgico puede reparar el daño causado. Y lo que es peor, esto podría provocar problemas de salud mental como depresión y deterioro cognitivo.
- El ruido excesivo provoca otros síntomas angustiosos: se han notificado acúfenos (zumbidos en los oídos), vértigos (sensación de giro que lleva a la pérdida de equilibrio) e insomnio (incapacidad para dormir) como resultados agudos del aumento de los niveles de ruido en el lugar de trabajo.
- Reduce los accidentes – Los estudios demuestran que los trabajadores con deficiencias auditivas no pueden distinguir la diferencia entre la maquinaria y los sonidos de alarma, por lo que son más propensos a sufrir accidentes que causan lesiones mortales.
- Aumenta la productividad en el lugar de trabajo – El bajo rendimiento en el trabajo y las bajas laborales también están asociados a niveles de ruido continuamente elevados. Aparte de los efectos agudos mencionados, cualquier tipo de ruido es estresante. Gestionar adecuadamente este problema contribuye a la productividad de los empleados y, en consecuencia, a la rentabilidad de la empresa.
- Protege tu capacidad de comunicación : la comunicación en cualquier entorno de trabajo es crucial para impulsar la colaboración y aumentar la productividad del equipo. Y lo que es más importante, nunca dejes que el ruido laboral afecte negativamente a tu relación con familiares y amigos.
Normativa sobre ruidos peligrosos
El decibelio (dB) es la unidad que mide el sonido. Los humanos sólo podemos soportar un cierto umbral de decibelios. Cualquier cosa por encima de ella ya puede causar lesiones. Los CDC han creado una interesante infografía que describe con precisión los distintos sonidos que se oyen con su intensidad correspondiente. He aquí algunos ejemplos:
- Susurro – 30 dB
- Conversación hablada normal – 60 dB
- Cortadoras de césped y alarmas contra incendios industriales – 80 a 90 dB
- De pie cerca de una sirena de emergencia o a cien metros de un avión – 130 dB
- Sonidos que causan dolor – 140 dB
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas se encarga de establecer normas laborales entre sus naciones miembros. Han definido el «nivel de seguridad» para el ruido ocupacional entre 85 y 90 dB si el ruido es continuo e intermitente durante un periodo de trabajo de 8 horas. Otros países y sus respectivas agencias han seguido la misma norma:
- Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA), Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (NIOSH) y CDC en Estados Unidos.
- Ministerio de Trabajo, Centro Canadiense de Salud y Seguridad en el Trabajo (CCOHS) en Canadá
- Safe Work Australia junto con los diferentes organismos reguladores por jurisdicción en Australia.
- Health and Safety Executive (HSE) y autoridades locales del Reino Unido
- Departamento de Trabajo y Empleo (DOLE) en Filipinas
- Administración Estatal de Seguridad Laboral en China
- Ministerio de Mano de Obra y Transmigración de Indonesia
También hay organismos públicos específicos y organizaciones privadas que velan por el estricto cumplimiento de las normas de seguridad auditiva en estos sectores tan regulados:
- Aviación
- Construcción
- Minería
- Carpintería
- Fabricación
- Ferrocarril
- Silvicultura, concretamente en la explotación forestal
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Normas de protección auditiva
La protección auditiva es algo más que utilizar tapones y orejeras. Se aplican otros controles administrativos para minimizar o erradicar la amenaza que supone el ruido peligroso para los trabajadores.
Evaluaciones del ruido
Una vez establecido el «nivel seguro» de ruido en el trabajo, las empresas deben realizar pruebas rutinarias para asegurarse de que se encuentran dentro de los límites permitidos. Es muy recomendable instalar sonómetros y dosímetros de ruido. También deben realizarse audiómetros y otras pruebas de laboratorio para comprobar la viabilidad de los equipos de protección individual (EPI) auditivos.
Reducción del ruido
La primera forma de reducir el ruido es mediante controles técnicos. Esto implica la modificación o sustitución del equipo (fuente de sonido) o la realización de cambios específicos en el trayecto por el que viaja el sonido para disminuir su nivel.
- Diseño de una nueva distribución del espacio de trabajo para reducir las emisiones sonoras
- Elegir una maquinaria silenciosa o poco ruidosa
- Controles técnicos en la maquinaria (por ejemplo, silenciador, caucho antiabrasión)
- Trabajos de mantenimiento de maquinaria (por ejemplo, lubricación)
- Aislar la fuente de ruido, si es posible
- Crear barreras entre la fuente y el trabajador
La segunda línea de actuación es implantar controles administrativos, lo que requiere cambiar los flujos de trabajo y las políticas operativas, como la programación de horarios de los empleados.
- Limitar el número de horas que los empleados pasan en una máquina ruidosa
- Limitar el número de empleados en el espacio donde se encuentra la máquina ruidosa
- Proporcionar lugares tranquilos donde los trabajadores puedan descansar y relajarse
Dispositivo de protección auditiva
Existen muy pocas opciones de EPI auditivos. Sin embargo, todos ellos son eficaces para reducir el ruido y permiten a los usuarios comunicarse adecuadamente con sus compañeros de trabajo. A continuación se enumeran los distintos tipos y las consideraciones para elegirlos.
- Tapones de espuma blanda para los o ídos: son los más comunes porque se trata de un utensilio de talla única que resulta eficaz y barato. No se recomienda reutilizar los tapones de espuma para los oídos, aunque algunos siguen haciéndolo si están limpios y pueden expandirse hasta recuperar su forma cilíndrica original.
- Tapones a medida o premoldeados: fabricados en silicona, plástico blando o caucho, estos tapones ergonómicos tienen forma de cazo de miel para adaptarse al contorno del conducto auditivo. Los hechos a medida se personalizan específicamente para el usuario y pueden utilizarse repetidamente durante años.
- Tapones de canal – Son cintas delgadas y rígidas con tapones blandos o premoldeados en los extremos. La banda sujeta los tapones de forma segura para que no se caigan ni se pierdan cuando no se utilizan.
- Orejeras protectoras : similares a los auriculares de audio, consisten en una banda que se coloca sobre la cabeza con dos copas de espuma que cubren cada oreja. Algunos afirman que es el más eficaz porque atenúa más el sonido, es más seguro y puede proteger a los usuarios de las salpicaduras químicas. Sin embargo, es caro, bastante incómodo en condiciones de calor y humedad, y difícil de llevar con otros EPI como mascarillas y gafas.
Aunque las distintas empresas tienen normas específicas para el uso de equipos de protección auditiva, también hay que tener en cuenta la comodidad y las preferencias personales, ya que la anatomía del oído varía de una persona a otra. Las empresas deben disponer de todos los tipos para garantizar que sus trabajadores los lleven de forma sistemática.
Conservación de la audición
Este control administrativo tiene por objeto proteger y preservar la salud y la seguridad dotando a los empleados de los conocimientos y competencias adecuados mediante una formación continua. Esto implica también exámenes físicos rutinarios para asegurarse de que ningún trabajador desarrolle problemas de audición. Si se descubren problemas de salud, los gestores pueden tomar inmediatamente las medidas necesarias para mitigarlos.