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Aprenda cómo la gestión de riesgos puede proteger a su organización de posibles peligros y asegurarse de que todo el mundo entiende los riesgos que conlleva su trabajo
Publicación 15 Ago 2022
La gestión del riesgo es el proceso de identificar, evaluar y minimizar el impacto del riesgo. En otras palabras, es una forma de que las organizaciones identifiquen los peligros y amenazas potenciales y tomen medidas para eliminar o reducir las posibilidades de que ocurran.
Todas las organizaciones, independientemente de su tamaño, deben contar con una sólida gestión de riesgos. Esto se debe a que la gestión del riesgo ayuda a identificar y controlar proactivamente las amenazas y vulnerabilidades que podrían afectar negativamente a la organización.
Hay todo tipo de riesgos a los que se enfrentan las organizaciones, como los financieros, los de seguridad y los de reputación, entre otros. Mediante la aplicación de una estrategia de gestión del riesgo, las empresas pueden protegerse de estos peligros y asegurarse de que están preparadas para cualquier situación.
Entonces, ¿cuál es el objetivo de esta gestión? En pocas palabras, la gestión del riesgo tiene como objetivo proteger a una organización de posibles pérdidas o amenazas a su funcionamiento continuo. Esto puede incluir pérdidas financieras, daños a la reputación de la organización o perjuicios a los empleados.
Tenga en cuenta que cuando se trata de la gestión del riesgo, no hay una solución única para todos. Cada organización es diferente y se encontrará con distintos tipos de riesgos.
Por eso es tan importante que las organizaciones cuenten con un plan de gestión del riesgo. Un plan de gestión contiene todos los riesgos evaluados a los que se enfrenta la organización y las medidas correspondientes para mitigarlos.
Al adoptar un enfoque proactivo, una organización puede reducir las posibilidades de que algo salga mal y minimizar los daños si algo, como un incidente, sucede. La gestión del riesgo es una parte esencial de cualquier organización, y debe recibir la atención que merece.
Hay cinco tipos principales:
La aceptación es cuando una organización decide aceptar los riesgos asociados a una situación concreta. Con este tipo de gestión del riesgo, la empresa ha reconocido que no vale la pena el coste y el esfuerzo para mitigar los eventos que pueden ocurrir debido al riesgo.
La transferencia del riesgo se produce cuando una organización traslada los riesgos a otra parte, por ejemplo, mediante un seguro. Por ejemplo, cuando una persona o una organización contrata un seguro, el riesgo financiero relacionado con un acontecimiento desafortunado se transfiere a la compañía de seguros.
Evitar el riesgo es cuando una organización toma medidas para prevenir o evitar que se produzca un riesgo concreto, como una lesión, una enfermedad o la muerte. La empresa mitiga estos riesgos no involucrándose en actividades o situaciones de riesgo.
La prevención y la reducción de pérdidas se producen cuando una organización adopta medidas o métodos para reducir el impacto de un riesgo concreto que se produce. Combina la aceptación del riesgo, ya que reconoce el riesgo que conlleva, al tiempo que se centra en cómo reducir y contener la pérdida de la propagación.
El riesgo compartido es cuando una organización distribuye el riesgo a todo el equipo. Este método retira la carga de los sucesos problemáticos a un departamento y la comparte con otros, de modo que los que pueden ayudar y prestar apoyo a ese problema puedan ayudar y controlar esos riesgos.
La gestión del riesgo consiste en identificar, evaluar y controlar los riesgos de una organización. El objetivo es proteger los activos de la organización, incluidos su personal, sus bienes y sus beneficios.
Hay cinco principios clave de la gestión de riesgos: identificación de riesgos, análisis de riesgos, control de riesgos, financiación de riesgos y gestión de siniestros. Veamos cada una de ellas con más detalle.
La gestión de riesgos es una parte importante de cualquier organización, y debe tomarse en serio. La aplicación de una gestión de riesgos adecuada puede ayudar a mantener la seguridad de su organización. Con estos cuatro pasos, las organizaciones pueden protegerse de posibles daños y pérdidas.
El primer paso en la gestión de riesgos es identificar los riesgos a los que se enfrenta su organización. Esto puede hacerse mediante una evaluación de riesgos, que consiste en revisar todos los posibles riesgos que podrían afectar a su empresa y registrarlos en un plan de gestión de riesgos.
La segunda etapa consiste en evaluar los riesgos identificados. Esto significa evaluar la probabilidad de que se produzca un riesgo y el daño que podría causar si se produjera.
Se trata de una parte esencial, ya que la evaluación permite averiguar la conexión entre el riesgo y los diferentes factores que intervienen en la organización.
El tercer paso consiste en tratar los riesgos evaluados. Esto significa tomar medidas para reducir o eliminar los riesgos en la medida de lo posible. El proceso se realiza asignando a los expertos en sus campos el riesgo que pueden tratar y gestionar.
La cuarta y última etapa consiste en revisar y supervisar los riesgos que se han identificado y tratado. Esto implica el seguimiento del progreso del proceso de gestión del riesgo y la garantía de que todos los pasos se están siguiendo correctamente. Este paso también ayuda a garantizar que la mitigación de riesgos en vigor sigue siendo eficaz.
Hay una serie de prácticas de gestión de riesgos que una organización puede utilizar, dependiendo de su tamaño y necesidades específicas. Algunos ejemplos estándar son:
Las empresas deben vigilar regularmente su cumplimiento. Esto significa comprobar todos sus procesos, procedimientos y tecnologías actuales, y asegurarse de que se mantienen actualizados. Un sistema de gestión del riesgo puede ayudar a ello.
La gestión del riesgo también puede aplicarse mejor a los riesgos de seguridad dentro de la empresa. De este modo, se puede prevenir de antemano cualquier lesión o peligro.
¿Ha oído hablar alguna vez de una violación de datos? A medida que la tecnología comienza a avanzar, cada vez más personas encuentran formas de hackear el sistema de una empresa para robar sus datos cibernéticos. Gracias a la gestión del riesgo, las empresas pueden planificar cuidadosamente cómo mejorar sus redes de información y ciberseguridad.
He aquí las cinco principales herramientas de gestión del riesgo:
La gestión de riesgos puede ser un proceso potencialmente complejo, pero por suerte, hay herramientas como SafetyCulture (iAuditor) que pueden facilitarlo mucho.
SafetyCulture (iAuditor) es una aplicación móvil que permite realizar rápida y fácilmente evaluaciones de riesgos e inspecciones de seguridad personalizadas. Puede utilizarlo para seguir y gestionar los riesgos, identificar los peligros y recomendar soluciones. Además, gracias a sus funciones integradas de elaboración de informes, podrá compartir fácilmente sus conclusiones con su equipo y la dirección.
Si está buscando una herramienta que le ayude a agilizar su proceso de gestión de riesgos, definitivamente vale la pena considerar SafetyCulture (iAuditor).
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