Gestión de residuos médicos: Garantizar la seguridad y el cumplimiento en la asistencia sanitaria

Explora la importancia de la gestión de residuos médicos en la asistencia sanitaria comprendiendo los procesos, la normativa y las ventajas de una eliminación eficaz de los residuos.

¿Qué es la gestión de residuos médicos?

La gestión de residuos médicos es el proceso sistemático de manipulación, tratamiento y eliminación de los residuos generados por los centros sanitarios y biomédicos. Estos residuos incluyen materiales como jeringuillas, vendas, guantes y residuos contaminados con sangre, fluidos corporales y otras sustancias potencialmente infecciosas. Al eliminar estos materiales de forma segura, las empresas pueden minimizar el riesgo de infección, sobre todo entre los empleados, la contaminación ambiental y los daños al público en general.

Importancia y beneficios

Según la Organización Mundial de la Salud, al menos el 15% de los residuos generados por las actividades sanitarias y biomédicas se consideran infecciosos, tóxicos o radiactivos. Por desgracia, un tercio de los centros sanitarios de todo el mundo no tienen una gestión eficaz de los residuos. Las malas prácticas pueden provocar la transmisión y propagación de enfermedades infecciosas. También tiene graves repercusiones medioambientales, que provocan problemas de salud a largo plazo en las comunidades.

Además de proteger la salud pública, garantizar la seguridad medioambiental y cumplir las normas reglamentarias, las empresas que implantan un sistema estructurado de gestión de residuos médicos ganan lo siguiente:

  • Mejora seguridad en el lugar de trabajo – Según la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el personal hospitalario, como el de enfermería, es el que más riesgo corre de sufrir heridas cortopunzantes que puedan dar lugar a la transmisión de infecciones. Al minimizar este riesgo, el personal sanitario, los pacientes y los visitantes evitan posibles enfermedades y lesiones nosocomiales o adquiridas en el hospital.
  • Mejora de la gestión medioambiental – Se sabe que las sustancias tóxicas y peligrosas contaminan las masas de agua, el suelo y el aire, dañando la vida vegetal y animal. Las prácticas adecuadas de eliminación reducen el riesgo de que las sustancias nocivas entren en los ecosistemas.
  • Mayor eficacia operativa y ahorro de costes – La racionalización de los procesos de gestión de residuos mediante la utilización de soluciones informáticas de control y segregación permite a las instalaciones minimizar los costes de tratamiento y eliminación, lo que supone un importante ahorro económico.
  • Cumplimiento normativo garantizado – La mayoría de los países tienen normativas estrictas sobre la gestión adecuada de los residuos médicos. Las empresas que elaboran cuidadosamente y siguen estrictamente un programa de gestión de residuos médicos pueden garantizar el cumplimiento de estas normas y evitar sanciones.
  • Mayor reputación y ventaja competitiva: los centros que defienden una gestión eficaz de los residuos mejoran su reputación entre los clientes y la comunidad. Mostrar un compromiso con la seguridad y la responsabilidad medioambiental atrae a más pacientes y socios, lo que impulsa el crecimiento de los ingresos.

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Tipos de residuos médicos

Existen diferentes tipos de desechos médicos según el riesgo potencial para la salud humana y el medio ambiente. Los profesionales de la salud, desde cirujanos y médicos generales hasta enfermeras y técnicos de laboratorio, deben conocer estas clasificaciones y comprender cómo gestionarlos adecuadamente.

  • Los desechos infecciosos consisten en tejidos humanos, órganos o fluidos corporales contaminados con agentes infecciosos como bacterias, virus, hongos o parásitos. Representan el mayor riesgo de transmisión de enfermedades y deben almacenarse en contenedores de riesgo biológico y eliminarse mediante incineración o autoclave.
  • Los objetos punzantes, como agujas, jeringas y lancetas, deben desecharse en contenedores resistentes a perforaciones y luego incinerarse o ser sometidos a autoclave.
  • Los desechos farmacéuticos son medicamentos caducados, no utilizados o contaminados que pueden contaminar las fuentes de agua y dañar el medio ambiente. Dependiendo del tipo, el plan de gestión de desechos regulado puede incluir desecharlos por el inodoro o llevarlos a un centro de eliminación especializado.
  • Los desechos peligrosos son productos químicos o materiales contaminados que son tóxicos, inflamables, corrosivos o reactivos. Dañinos para la salud humana y el medio ambiente, deben almacenarse, etiquetarse y eliminarse según su peligrosidad específica
  • Los residuos generales se refieren a materiales que no se consideran peligrosos o infecciosos, como guantes desechables, batas y toallas de papel. Aunque son menos problemáticos y se eliminan a través de los servicios de recogida habituales, los centros deben tener cuidado al segregarlos, porque sigue existiendo riesgo de contaminación.

Proceso de gestión de residuos médicos

Crear y aplicar un plan de gestión de residuos médicos es esencial para los centros sanitarios, laboratorios biomédicos e instalaciones similares. El plan abarca varios componentes, desde la segregación hasta la eliminación, y debe seguirse estrictamente para minimizar y mitigar los riesgos potenciales.

Paso 1: Segregación de residuos

Se trata del proceso de separar los distintos tipos de residuos médicos en función de su clasificación y riesgos potenciales. La formación del personal sanitario en la correcta identificación y segregación de los residuos en el punto de generación es la parte más crucial de este proceso.

      • Utiliza contenedores o bolsas codificados por colores para los distintos tipos de residuos.
      • Etiqueta cada contenedor con el tipo de residuo que contiene, añadiendo símbolos o textos que indiquen peligros.
      • Forma y examina periódicamente a los trabajadores sobre el sistema de codificación por colores establecido.

Paso 2: Recogida y almacenamiento

Una recogida y almacenamiento inadecuados pueden provocar una exposición y contaminación accidentales. Las instalaciones deben tener zonas designadas para el almacenamiento temporal.

      • Recoge los objetos punzantes y otros residuos peligrosos en recipientes a prueba de fugas y pinchazos.
      • Las instalaciones de almacenamiento deben ser inaccesibles al personal no autorizado.
      • Establece y cumple un horario regular de recogida para minimizar el tiempo de almacenamiento de residuos en el lugar y evitar el desbordamiento.

Paso 3: Transporte

El siguiente paso es trasladar los residuos a través de un transportista médico autorizado para su tratamiento y eliminación fuera del centro. Los residuos generales, por ejemplo, los recogen los colectores municipales, los objetos punzantes se llevan a una instalación especializada de incineración o autoclave, y los medicamentos viejos se envían a lugares de depósito regulados.

      • Emplear vehículos específicamente diseñados y señalizados para el transporte de residuos médicos.
      • Lleva un registro detallado de las raíces de transporte para garantizar que los residuos llegan a la instalación de tratamiento sin incidentes.
      • Asegúrate de que todo el personal implicado en el transporte esté formado en la manipulación de residuos médicos y siga los protocolos para evitar derrames o contaminación.

Paso 4: Tratamiento

Este paso es vital para que los residuos no sean infecciosos. Algunos residuos se someten a un solo tipo de tratamiento, mientras que otros requieren una combinación de dos o más. He aquí algunos de los más ejemplos:

      • La desinfección química implica agentes desinfectantes como el amoniaco, el cloro o el peróxido de hidrógeno para la esterilización.
      • El autoclave utiliza vapor a alta presión para matar a los patógenos.
      • La incineración reduce el volumen de residuos mediante la combustión controlada a altas temperaturas.
      • El microondas utiliza la esterilización por irradiación para neutralizar los elementos biológicos.

Paso 5: Eliminación

El último paso es transportar los residuos a su lugar de eliminación final. Esta parte está muy regulada debido al impacto medioambiental a largo plazo de los residuos. He aquí algunos ejemplos:

      • Los vertederos especialmente designados deben contar con medidas de protección, como revestimientos del suelo y sistemas de recogida de lixiviados.
      • Las instalaciones de conversión de residuos en energía incineran materiales para generar electricidad.
      • Las instalaciones de reciclaje procesan materiales reutilizables, como papel de oficina y plásticos.

En cada paso de este proceso, hay dos componentes vitales a tener en cuenta: la supervisión continua y el mantenimiento de registros. Una contabilidad detallada de las actividades garantiza que el proceso de gestión del agua y los residuos esté documentado y sea trazable para la preparación de auditorías, la elaboración de informes de cumplimiento y la rendición de cuentas.

Desafíos

Según estadísticas recientes, numerosos centros sanitarios no cuentan con programas sólidos de gestión de residuos debido a muchos problemas. Comprender estos obstáculos comunes puede ayudar a las empresas a aplicar estrategias que les ayuden a promulgar planes eficaces y sostenibles.

    • Las limitaciones de costes y recursos suelen ser las principales razones por las que a las instalaciones les cuesta poner en marcha planes de gestión de residuos. Una de las mejores soluciones es colaborar con otras empresas y administraciones locales para compartir recursos e instalaciones de tratamiento, almacenamiento y eliminación (TSDF).
    • La falta de concienciación del personal sanitario sobre las prácticas básicas de gestión de residuos médicos aumenta los riesgos de exposición y propagación de infecciones. Los programas de formación específicos y las campañas de concienciación capacitan a todo el personal para hacerse cargo de su seguridad al desempeñar su papel en la gestión de residuos.
    • La complejidad de las normativas federales, estatales y locales también puede ser desalentadora, y dar lugar a posibles incumplimientos. Utilizar un sistema eficaz de gestión del cumplimiento que se centre en auditorías periódicas, documentación y actualizaciones sobre los cambios normativos es una solución eficaz para ello.
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