¿Qué es el sílice?
El sílice, científicamente llamado dióxido de silicio (SiO₂), es un compuesto químico que figura entre los minerales más abundantes de la corteza terrestre, y es esencial en numerosos sectores industriales, como la producción de vidrio, los materiales de construcción y la electrónica. Cuando se perfora, corta o tritura sílice, pueden liberarse al aire partículas diminutas llamadas polvo de sílice.
Formularios
La sílice puede existir en las dos formas siguientes:
Cristalino
La sílice cristalina es el tipo más común y presenta una estructura atómica repetitiva y bien ordenada, que la hace más estable y le confiere características físicas distintivas. Suele encontrarse en forma de cuarzo, muy utilizado en aplicaciones industriales por su durabilidad y resistencia al calor. Puede dividirse a su vez en tres subtipos:
- Cuarzo: Se encuentra en la arenisca, el granito y otras rocas.
- Tridimita: Se forma en entornos de alta temperatura, como las erupciones volcánicas, y se utiliza en cerámica.
- Cristobalita: Producida a partir de cuarzo o tridimita, es frecuente en fundiciones y en la fabricación de vidrio.
Bajo una presión excesiva, toda la sílice cristalina puede crear un polvo fino denominado Sílice Cristalina Respirable (SCR). Estas diminutas partículas pueden ser inhaladas profundamente en los pulmones, causando potencialmente graves problemas de salud.
Amorfo (no cristalino)
Lo contrario de la sílice cristalina es la sílice amorfa, que no tiene una estructura atómica fija. Se utiliza habitualmente como agente absorbente o espesante en cosméticos, productos farmacéuticos y producción de alimentos. Aunque suele tener menos riesgos para la salud que su homóloga, debe manejarse con cuidado en los entornos laborales.
Fuentes
La sílice suele obtenerse de las siguientes fuentes:
Fuentes naturales
El sílice está presente de forma natural en las rocas, la arcilla, la arena y el suelo. Las partículas de polvo que contienen sílice se forman a través de procesos naturales como la erosión y el polvo arrastrado por el viento.
Fuentes industriales y comerciales
El polvo de sílice también puede generarse durante procesos industriales como los siguientes:
- Actividades mineras y canteras
- Triturar, perforar o moler rocas que contengan sílice
- Trabajos de construcción, especialmente al cortar, serrar, astillar o perforar materiales como hormigón, ladrillo, mortero y piedra.
- Fabricación de vidrio, cerámica y otros productos que contienen sílice
- Utilización de equipos de chorro de arena
Fuentes de exposición
La población general también puede estar expuesta a la sílice a través de los siguientes canales:
- Aire: El polvo de las obras de construcción, la minería y otras actividades puede contener partículas de sílice respirables.
- Polvo de interiores: Ciertos tipos de polvo de interiores, sobre todo el procedente del hormigón, también pueden contener sílice.
- Productos de consumo: Algunos artículos domésticos, incluidos los limpiadores y los productos para el cuidado de la piel, pueden contener sílice.
Riesgos sanitarios de la exposición
La exposición es casi inevitable, dado que la sílice puede encontrarse en materiales y actividades cotidianas. Una exposición prolongada o de alto nivel puede conllevar riesgos importantes para la salud, sobre todo en entornos ocupacionales. Algunos riesgos asociados a la sílice observados en los últimos años son los siguientes:
- Problemas respiratorios: La inhalación de polvo respirable puede causar irritación inmediata de las vías respiratorias. El polvo de sílice también está clasificado como carcinógeno, causando dificultades respiratorias e incluso cáncer de pulmón a quienes inhalan polvo de sílice cristalina a lo largo del tiempo.
- Silicosis: La exposición prolongada puede provocar silicosis, una enfermedad pulmonar grave e incurable.
- Enfermedad renal: La exposición a la sílice se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal.
Debido a los diferentes riesgos asociados al sílice, su polvo suele llamarse el»nuevo amianto». El amianto se prohibió en distintos países en 1983, y desde entonces se han impuesto continuamente restricciones.
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Normativa
Para garantizar la seguridad en el lugar de trabajo y de los consumidores, se han establecido reglamentos y normas para gestionar y mitigar los riesgos para la salud asociados a la exposición al sílice. He aquí un resumen de las normas clave:
Internacional
- Organización Mundial de la Salud (OMS): En 1997, la OMS estableció una directriz para las normas de calidad del aire en materia de partículas (PM), que incluye la sílice.
- Organización Internacional del Trabajo (OIT): La OIT ha fijado el valor límite de exposición profesional (LEP) para la sílice respirable en 0,05 mg/m³ en sus directrices actuales.
US
- Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA)
- Existen normas de la OSHA para reducir la exposición al sílice en los sectores de la construcción, la industria general y el marítimo.
- En virtud de su Norma sobre Sílice Cristalina Respirable, el Límite de Exposición Permisible (LPE) se reduce de 100 µg/m³ a 50 µg/m³ (microgramos de sílice por metro cúbico de aire).
- Administración de Seguridad y Salud en las Minas (MSHA): La MSHA regula la seguridad en las minas para reducir la exposición a altos niveles de polvo de sílice procedente del cuarzo.
- Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Todavía no existe ninguna normativa suya sobre la seguridad del sílice, pero tienen una lista de prácticas seguras que deben seguir las empresas.
UE
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) tiene una normativa para el uso de sílice como aditivo alimentario (E551), que sólo permite el uso de sílice amorfa sintética y no de otras formas. También existe la Directiva 2004/37/CE establecida por la EU-OSHA, que proporciona una guía para gestionar la exposición de los trabajadores a sustancias carcinógenas, mutágenas y reprotóxicas como la sílice.
REINO UNIDO
El Ejecutivo de Salud y Seguridad (HSE) se atiene a las leyes internacionales y también ha establecido Límites de Exposición en el Lugar de Trabajo (WEL) para controlar la exposición de los trabajadores a sustancias peligrosas. El HSE también ha creado directrices de seguridad específicas para la construcción, sobre el uso y la seguridad del sílice, para ayudar a los trabajadores a enfrentarse al polvo de la construcción.
Australia
En Australia, el uso de sílice está regulado desde hace tiempo por el Reglamento Modelo de Seguridad y Salud en el Trabajo (WHS) de Safe Work Australia. En estas directrices se incluyen las medidas de seguridad adecuadas que hay que seguir, el equipo correcto que hay que utilizar y el límite de exposición actual al RCS de 0,05 mg/m3, basado en una media ponderada en el tiempo de ocho horas.
También se exige un control estricto de todos los trabajos que impliquen trabajar con materiales que contengan al menos un 1% de sílice cristalina. Con el aumento de los riesgos para la salud relacionados con el sílice, Safe Work Australia reclama una aplicación más estricta de sus normas de seguridad, así como mejores prácticas de evaluación de riesgos. A raíz de ello, en 2024 se introdujo una enmienda en el Reglamento Modelo sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, que exige la elaboración de un plan de control del riesgo de sílice para cualquier tarea que implique el procesamiento de piedra artificial.
Mitigación
La normativa está ahí para proteger a los trabajadores, pero también es esencial adoptar medidas preventivas en el lugar de trabajo. He aquí varias medidas para mitigar la exposición al sílice:
Jerarquía de controles
El método de la Jerarquía de Controles prioriza las medidas de control de más eficaces a menos eficaces basándose en lo siguiente:
- Eliminación: Eliminar los peligros por completo.
- Sustitución: Sustitución del sílice por alternativas más seguras.
- Controles de ingeniería: Uso de tecnologías como la ventilación para aislar el peligro.
- Controles administrativos: Aplicación de prácticas de trabajo seguras y programación para limitar la exposición.
- Equipos de protección individual (EPI): Utilizar equipos como respiradores como última defensa.
Gestión de activos
La gestión y el mantenimiento adecuados de los equipos y herramientas son cruciales para controlar el polvo de sílice. Para una gestión eficaz de los activos, las empresas deben
- controlar y hacer un seguimiento del uso de los equipos;
- programar un mantenimiento y limpieza periódicos
- Sustituye las piezas desgastadas para evitar fugas de polvo.
Programas de seguimiento médico
La vigilancia de la salud de los trabajadores expuestos al sílice es esencial para la detección precoz de cualquier efecto adverso. Estos programas implican exámenes y evaluaciones regulares de la salud, que permiten una intervención y un tratamiento rápidos para garantizar la seguridad de los trabajadores.
Cumplimiento de las normas de seguridad
El cumplimiento de las normas y reglamentos de seguridad establecidos garantiza que los lugares de trabajo sigan las mejores prácticas de control de la exposición al sílice. Cumplen los niveles seguros de exposición e imparten la formación necesaria a los empleados sobre la manipulación segura del polvo de sílice.
Control de la calidad del aire
La vigilancia de la calidad del aire con sílice es necesaria en muchos lugares de trabajo, especialmente en la construcción, la minería y la fabricación, donde la exposición es un riesgo. Por ejemplo, la OSHA exige a los empresarios que controlen la calidad del aire para garantizar que la exposición al sílice se mantiene por debajo del PEL. Las empresas pueden utilizar herramientas como monitores en tiempo real y sensores de calidad del aire para medir los niveles de sílice en el aire.
Aproveche la tecnología avanzada de sensores para monitorear activos, automatizar alertas importantes, implementar acciones y reportar problemas urgentes.
Herramientas de control del polvo de sílice
Diversas herramientas de supervisión pueden ayudar a medir y controlar los niveles de exposición al sílice. Algunos sensores comunes para ello son los siguientes:
- Monitores de calidad del aire en tiempo real: Estos dispositivos miden continuamente la concentración de polvo de sílice en el aire, proporcionando datos instantáneos que ayudan a las empresas a mantener niveles seguros de calidad del aire.
- Monitores personales de polvo: Estos monitores, que llevan los empleados durante sus turnos, realizan un seguimiento de la exposición individual al polvo de sílice a lo largo del día.
- Sensores IoT: Integrados en los entornos de trabajo, estos sensores ofrecen una supervisión avanzada mediante la conexión a redes para el análisis de datos y alertas en tiempo real.